Solo los afortunados que hayan tenido la ocasión de saborear la tarta de queso en nuestro Asador Imanol de Diversia comprenderán cuán justo es todo cuanto vamos a decir de él en este artículo. El resto estáis a tiempo de subsanar esta circunstancia y rematar un gran almuerzo, o cena, con este delicioso manjar.
Podríamos centrar el artículo buceando en sus orígenes, pues ya se documenta como postre en el menú de los atletas que disputaron los primeros Juegos Olímpicos (y me refiero a la antigua Grecia, no a los modernos), o hablando del queso mascarpone, ingrediente básico de esta receta, (ojo, que ésta tarta admite tantos quesos como manos para hacerla, y está tan arraigada en toda Europa -y Estados Unidos- que cada tradición defenderá el uso de éste o aquel queso) rebajado con un poco de Philadelphia, pero no. O divagar sobre las medidas para lograr la mejor masa quebrada de almendras para la base de una tarta perfecta, pero tampoco.
No cabe duda alguna sobre la importancia de ambos, así como su pizca de azúcar; la relevancia de la nata; el tipo adecuado de leche; el puntito de acidez a partir del limón o el dulzor de la mermelada de frambuesa…
Pero decimos “no” a todo ello.
O “sí”, claro está. Pero relegándolo a un segundo plano cuando se trata de ponerle huevos a la receta. Pues de huevos andamos sobrados en Imanol…
Y me explico: no podremos desvelar la receta de Imanol, pero sí os podemos hablar de un ingrediente (no de las cantidades ni modos de ejecución: “cada maestrillo tiene su librillo”) que sirve para englobar, resaltar y aunar todos los demás sabores homogeneizando en este suculento plato de repostería: los huevos que ponemos en la receta.
Huevos de Ávila. Pero no unos huevos cualquiera, Huevos de Oro, o para ser puristas “Huevos de Avícola Redondo Clase Oro”. Traídos exclusivamente desde Ávila para nuestro Asador en Diversia. Unos huevos cuya densidad de la yema oscila entre el 5 y el 6% (hemos de tener en cuenta que la densidad media de una yema de huevo no supera el 2% de densidad); y de clara espesa y recogida (síntoma de salud y calidad en un huevo).
Estos dos ingredientes, sí “por separado”: clara y yema -pues se introducen en pasos diferentes de la receta- cuya calidad, junto con el resto de materias primas, y cómo no, la mano de Imanol, hacen de esta tarta nuestra una de las joyas en la repostería de Imanol Diversia.
Huevos que por cierto, solo gozan de dos puestas en todo el año, de temporada pues, y de noble y sana facturación por el trato exquisito con las gallinas viven y los ponen. Huevos de los que ha rendido, y rinde buena cuenta, por poner un ejemplo que ilustre su exquisitez, S.M. el Rey D. Juan Carlos I. Bueno, Su Majestad… Y los clientes de Imanol….
Imanol Diversia
Avenida Bruselas, 21
28100 Alcobendas (Madrid)
Tel.: 91 661 09 82
diversia@asadorimanol.com
En mi opinión la tarta de queso de Imanol es un postre más dentro de la carta, diría incluso de los que menos me gustan, siendo una tarta de queso muy normalita.
Donde esté un buen coulant o una leche frita que se quite todo lo demás!!
Enhorabuena por el blog y un saludo!!