Si has tenido que llamar al camarero para que te cambie el cuchillo porque estabas arruinando un chuletón intentando cortarlo es porque no estabas comiéndolo en uno de nuestros Asadores Imanol.
Y lo sabemos por dos cosas:
- Nuestros cuchillos son los mejores
- Nuestros chuletones no son “un chuletón”, si no “el mejor chuletón”
¿Y cómo podemos asegurarlo?
Seleccionando lo uno y lo otro a mano, artesanalmente. Si el chuletón que ofrecemos es tan bueno y tan apreciado por nuestros amigos comensales se debe al inmenso esfuerzo que realizamos buscando el mejor proveedor y seleccionando las piezas una a una, día a día para ofreceros el género más selecto y supremo.
Sabemos, como expertos en materia gastronómica y culinaria, que incluso el mejor chuletón se puede arruinar si el cuchillo no es el adecuado, un detalle “menor” para los más pero transcendental para Imanol. De nada servirían todos los esfuerzos ya mencionados si los utensilios que os proporcionamos para degustarlos no estuvieran a la altura.
Igual que decantamos el buen vino en la copa adecuada, os brindamos este cuchillo hecho a mano, artesanal y de primerísima calidad para no desentonar con la pieza que más gusta de nuestra carta. Un esfuerzo generoso por nuestra parte porque entendemos que bien lo valen nuestros comensales.
Tener que hacer fuerza; tirar con el tenedor para tensar la carne y rasgarla de mala manera hará que toda la experiencia (que debería ser maravillosa, rozando lo litúrgico) se diluya con cada esfuerzo por cortar la carne. Y sabemos también que, si se corta mal, se mastica peor y la digestión no es la adecuada.
Eso no te pasará en Imanol.
Sabéis apreciar el género con que os agasajamos e igualmente sabéis valorar nuestros esfuerzos por hacer de la ingesta de éstos una experiencia impar. Esas felicitaciones y agradecimientos son precisamente las que nos han impulsado a escribir este artículo para ensalzar nuestra (como dirían en el Madrid del Siglo de Oro) “ferretería” (en nuestro siglo: cubertería).
La cumbre de nuestra carta: “Nuestro Rey: el buey” es la mejor pieza de carne roja que encontrarás en un restaurante. Sabedores de cuán importante es la experiencia en su conjunto, no solo comerlo, si no hacerlo con facilidad, comodidad y ambientando la experiencia con el utensilio adecuado, nosotros te acompañaremos nuestras suculentas carnes rojas con los mejores cuchillos del mercado.
La relación del ser humano con el acero (“acies” o filo de arma blanca) se remonta a tres mil o cinco mil años dentro de nuestra evolución.
Hemos avanzado y la prueba la tenéis en Imanol. El “cuchillo” existe desde que nos alimentamos con carnes rojas y obtenemos sus proteínas para ayudarnos a seguir evolucionando. Huesos; palos afilados con fuego; piedras; sílex a modo de bifaces; hierro primero y acero después… todo un proceso evolutivo que nos lleva hasta el Asador Imanol en el que la pieza no tendrás que cazarla ni despedazarla. Tan solo cortarla sin esfuerzo, como si se tratara de mantequilla, con nuestros cuchillos y saborearla.